Una calle rinde honor al héroe de la Guerra contra la Triple Alianza y presidente de la República en la postguerra, general Bernardino Caballero

Prosiguiendo con la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre la vida de un héroe de la Guerra contra la Triple Alianza y presidente de la República de la postguerra, general Bernardino Caballero, a quien una arteria capitalina rinde homenaje.

Por Ordenanza N° 4034 de 1959, se denomina así a la calle que comienza en la avenida Eusebio Ayala al sur y se extiende hasta la avenida Francisco Solano López al norte.  La continuación de la misma se denomina avenida República Dominicana, conocida antiguamente como 25 de Agosto.  Es paralela a las calles 33 Orientales al oeste y a Bomberos Voluntarios y Ciudad del Vaticano al este, en el barrio que lleva el mismo nombre, Bernardino Caballero.

El general Bernardino Caballero nació el 20 de mayo de 1839, en Ybycuí.

Sus padres fueron don José Ramón Caballero de Añazco y doña Melchora Melgarejo y Genes.

Recuerda su lugar de nacimiento una polca ejecutada, por primera vez, en uno de sus cumpleaños, celebrado en Itauguá, en casa del general José María Delgado, donde vivía Julia Álvarez, su novia.

La polca se llamaba “Caballero”, pero quedó en la historia con el nombre “Colorado”, símbolo del partido político conocido como Asociación Nacional Republicana (ANR), del cual fue su fundador y primer presidente, en 1887.

“Alla en Ybycuí,

entre cerros y collados,

había nacido el hombre,

del Partido Colorado”.

La vida militar de Bernardino Caballero

Bernardino Caballero se incorporó muy joven al ejército, en marzo de 1864, en el Campamento Cerro León.

Actuó en la campaña de Matto Grosso, siendo sargento de caballería.

En diciembre de 1964, ya como teniente de caballería, se presentó en el cuartel de Humaitá e intervino en casi todas las acciones de la Guerra contra la Triple Alianza.

En Humaitá, siendo alférez, se convirtió en ayudante del Mariscal Francisco Solano López.

En Estero Bellaco, el 2 de mayo de 1866, obtuvo el ascenso a teniente y la condecoración de la Estrella de la Orden del Mérito.

En Boquerón del Sauce, batalla en la que participó del 16 al 18 de junio de 1866, ya era capitán comandando la caballería. 

En Curupayty, Bernardino Caballero fue ascendido a sargento mayor y nombrado jefe de la caballería, fuera del recinto de Humaitá, para proteger el área. 

En octubre de ese año, tuvo brillante desempeño en Isla Tajy y Tatajyva, por lo que recibió el galardón de teniente coronel y la medalla de Tatayyva.

Participó de la segunda batalla de Tuyutí, el 3 de noviembre de 1867, comandando una división del ejército, obteniendo otra condecoración y el ascenso a coronel.

En Acayuazá, el 18 de junio de 1868, obtuvo resonante éxito, logrando tomar prisioneros a los comandantes argentinos, coroneles Martínez de Hoz y Gaspar Campos.  Este último murió comido por las hormigas en la prisión.

El 24 de diciembre de 1868, en la campaña de Pykysyry, actuó en las batallas de Ytororó, Avay e Itá Ybaté y, en Lomas Valentinas, protegió el escape del Mariscal López por el Potrero Mármol.  

Trabajó en la reorganización del ejército en Azcurra y Cerro León.

En 1869, tuvo otra acción importante bajo su mando, en Picada Diarte, específicamente el 8 de junio, en la última victoria paraguaya.

Estuvo en Acosta Ñu el 16 de agosto, logrando salvarse con pocos compañeros.

En la retirada al norte, fue ascendido a general de división en San Estanislao.  La retaguardia y la protección del convoy de carretas estaban bajo su responsabilidad.

En Cerro Corá, Caballero fue comandante en jefe de las pocas fuerzas que quedaban. 

El 21 de febrero de 1869, fue comisionado por el Mariscal para traer ganado de El Dorado, razón por la que no participó de la batalla del 1 de marzo, aunque el día 24 de febrero, estando ya ausente, le fue conferida la Medalla del Amambay, último galardón conmemorativo de la guerra.

Fue apresado el 8 de abril de 1870, en las proximidades del río Apa, y enviado prisionero a Río de Janeiro.

El 16 de diciembre de 1870 retornó a Asunción.

La vida política del héroe

Fue uno de los políticos de la postguerra.

Fue ministro en todos los gabinetes presidenciales de la postguerra: de Guerra y Marina con Cirilo Antonio Rivarola, al retornar a Asunción, desde el 11 de junio de 1871; del Interior con Salvador Jovellanos; de Justicia, Culto e Instrucción Pública con Juan Bautista Gill e Higinio Uriarte y ministro del Interior con el presidente Cándido Bareiro. 

En 1873, encabezó, con otros ex combatientes como el general Patricio Escobar, general Ignacio Genes y José Dolores Molas, una revolución campal. 

Después del pacto del 16 de febrero de 1874, asumió como ministro de Interior del gobierno de Salvador Jovellanos.

En 1880, a la muerte del presidente Cándido Bareiro, el vicepresidente Adolfo Saguier fue obligado a renunciar al cargo, siendo designado Bernardino Caballero por el Congreso, para completar el periodo.

Se convirtió en presidente provisional hasta el 25 de noviembre de 1882.

Después, ocupó la presidencia constitucional hasta el 23 de noviembre de 1886.

Sus obras de gobierno

Creó el Registro del Estado Civil de las Personas, el Departamento de Inmigración, la Escribanía Civil de los Pobres, la Junta Central de Agricultura, la de Crédito Público y la Oficina de Estadísticas.

Se fundó la Colonia San Bernardino.

Impulsó la Ley de Venta de las Tierras Fiscales.

Se hizo la primera instalación de teléfonos en la capital y la concesión del servicio de tranvías, tirado por caballos.

Se adquirieron armas, incluida una cañonera para defensa de nuestros ríos.

Fueron creadas la Escuela de Derecho, de nivel universitario, y el Ateneo Paraguayo.

En 1885, el presidente uruguayo general Máximo Santos, condonó la deuda del Paraguay por la Guerra de la Triple Alianza y devolvió los trofeos.

Entre los portadores de los trofeos estuvo uno de los firmantes uruguayos del Tratado Secreto de la Triple Alianza: Carlos de Castro y   se dieron nombres a la Plaza Uruguaya y la avenida General Máximo Santos.

La Revolución de 1904 ocurrió siendo el general Bernardino Caballero ministro de Guerra y Marina, en sustitución del general Patricio Escobar, cuando la revolución ganaba posiciones.

En 1908 y 1910, con su contrincante político el general Benigno Ferreira, ambos en la llanura, en Buenos Aires, se unieron en una acción revolucionaria contra Emiliano González Navero, motivados por los manejos turbios del ministro de Guerra y Marina, coronel Albino Jara.

Falleció el 26 de febrero de 1912, en su quinta de Asunción, hoy Parque Municipal Bernardino Caballero. 

Sus restos se trasladaron al Panteón de los Héroes en 1949, durante la presidencia del doctor Felipe Molas López.

La primera división de Caballería lleva su nombre.

El 11 de septiembre de 1887, se constituyó la ANR, denominada también Partido Colorado, con la presencia del general Caballero como primer presidente y principal creador. 

Estuvo casado, en primeras nupcias, con doña Concepción de Bedoya, viuda del presidente Juan Bautista Gill y, en segundas nupcias, con Julia Álvarez.

De su matrimonio con Concepción Díaz de Bedoya, su hijo Ramón Caballero de Bedoya, fue un acreditado diplomático paraguayo en Europa.

De su unión con Julia Álvarez, uno de sus descendientes, Francisco Caballero Álvarez, estuvo en la defensa de Nanawa.

Y Rigoberto Caballero, fue un político de largatrayectoria e influencia.

Los hijos que llegó a reconocer, entre los de su primera y segunda esposa y otras parejas, suman veinticuatro.

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