Una calle de Asunción lleva el nombre del coronel Juan Crisóstomo Centurión, defensor de los derechos del Paraguay sobre el Chaco

Prosiguiendo con la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre la vida del coronel Juan Crisóstomo Centurión, que defendió los derechos del Paraguay sobre el Chaco, y a quien una arteria capitalina rinde homenaje.

Por la Ordenanza N° 649 de 1942, se llama así a la ex calle 12° Proyectada, al oeste de Independencia Nacional hasta la calle Montevideo.  A la continuación de la misma se denomina Guillermo Marconi, en dirección a la avenida Colón.  Es paralela a las calles Presbítero Dr. Javier Bogarín al norte y Alejandro Guanes al sur, en los barrios Obrero y Tacumbú.

Datos sobre su vida

Nació el 27 de enero de 1840, hijo de Francisco Antonio Pérez de Centurión y Rosalía Martínez Rodas.

Hizo sus estudios en la Escuela de Matemáticas, dirigida por el maestro Pedro Dupuy, y en el Aula de Filosofía con Ildefonso Bermejo.

Fue de los primeros becarios enviados a Europa en 1858.

Regresó ya en vísperas de la Guerra contra la Triple Alianza y fue asignado a la Cancillería.

Durante la gran contienda cumplió importantes funciones en el cuartel general, llegando al grado de coronel y jefe de la Mayoría.  También redactaba notas para el Semanario y el Cabichui.

Acompañó, como hombre de confianza, al Mariscal Francisco Solano López en la caravana heroica en marcha a Cerro Corá.

Era novio de Rosita Carreras, hija del Mariscal, y debían contraer matrimonio el 1 de marzo de 1870, lo que no ocurrió debido a la debacle. 

Fue tomado prisionero y llevado a Río de Janeiro. 

Cuando fue liberado, viajó a París para seguir su relación con Rosita Carreras.

En una carta enviada a Elisa Lynch, en septiembre de 1870, pregunta por ella, ya que ésta la había llevado en su retorno a Gran Bretaña.

Todo da a entender que ella desistió del compromiso y que incluso volvió al Paraguay.

Crisóstomo Centurión se casó en Londres con una artista, una mujer cubana, Concepción Zayas, con la cual tuvo un hijo, eximio violinista de gran fama, y regresó al Paraguay en 1878.

Tras su regreso al país, participó en el valioso documento de derechos del Paraguay sobre el Chaco, además de redactar el Código Penal Militar.

Fue ministro de Justicia e Instrucción Pública y de Relaciones Exteriores.  En este carácter le cupo actuar en el incidente de Puerto Pacheco, Bahía Negra, donde bolivianos se habían establecido sobre el río Paraguay.

El gobierno boliviano reclamó su soberanía en el Chaco, siendo presidente de la República el general Patricio Escobar, quien dispuso la eliminación de los símbolos y los bolivianos del lugar.

A la nota de protesta del encargado de negocios de Bolivia en Asunción, Claudio Pinilla, el canciller Crisóstomo Centurión contestó, en 1888, con la más brillante exposición sobre los derechos de Paraguay sobre el Chaco, que fuera producida por la Cancillería paraguaya.

La extensa nota incluye todos los documentos y actos de dominio y posesión ejercidos por el Paraguay en el Chaco, desde la colonia, sin oposición alguna del gobierno de Bolivia.

Crisóstomo Centurión falleció en Asunción el 12 de marzo de 1902.

Legó la más completa referencia de entonces sobre la epopeya en: Memorias o Reminiscencias históricas sobre la Guerra del Paraguay, en 4 tomos.

Rosita Carreras le sobrevivió, quien falleció el 13 de marzo de 1925.

Se había casado en 1894 con el sastre Eduardo Fernández.

Tuvo dos hijos: José Antonio Carreras, habido de soltera, y una niña adoptada, Filomena Petrona.

Otras noticias