José Martí, el héroe cubano de la Independencia y cónsul de Paraguay en Nueva York, es homenajeado con una calle en Asunción
Como continuación de la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre José Martí, héroe cubano de la Independencia colonial de España, a quien con una arteria capitalina se rinde homenaje.
Por la Ordenanza Nº 21 de 1992, se denomina José Martí a la calle al norte de la avenida Eusebio Ayala, que sustituye a la calle Fulgencio R. Moreno, en el tramo que corre desde un terreno privado al oeste de la avenida Choferes del Chaco hasta la avenida República Argentina al este. La misma es paralela a la calle India Juliana al norte y a Teniente Solís y Albino Mernes al sur, en el barrio Tembetary.
Fue un hombre superior, un poeta de vastos conocimientos y elocuente en sus discursos, gran corresponsal que tuvieron los periódicos de toda América, informando sobre la revolución cubana.

En un tiempo histórico importante, el cubano José Martí estuvo ligado al Paraguay, que lo designó cónsul de nuestro país en Nueva York.
Entre sus ideas y obras que perduran, están las estrofas de sus “Versos Sencillos”, que no habrá imaginado que se convertirían en las estrofas iniciales de la popular:” Guantanamera”.
“Yo soy un hombre sencillo,
De donde crece la palma
Y antes de morirme quiero
Echar los versos del alma”
Datos sobre su vida
Nació en La Habana el 28 de enero de 1853, cuando era todavía territorio español. José Julián Martí Pérez tenía por padres a los españoles Mariano Martí Navarro y Leonor Pérez. Vivió y estudió en La Habana hasta su adolescencia.
A los 16 años, cayó preso por delito político, debido a una carta que lo involucraba en ideas contra la España colonial, entregado a duro trabajo en las canteras, con grillete y cadena.
Después de un año, sus padres consiguieron que se le acortara la pena, yendo al exilio en España.
Allí hizo sus estudios universitarios, graduándose de licenciado en Derecho Civil y en Filosofía y Letras.
Estuvo un tiempo en París y luego pasó a Nueva York. En Veracruz, se reunió con su familia en 1875.

En México, conoció a la cubana Carmen Zayas Bazán, con quien se casó el 20 de diciembre de 1877. En 1878 regresó a La Habana y nació su único hijo, Francisco José.
En 1879, en Cuba, continuó sus actividades revolucionarias, designado vicepresidente del Club Central Revolucionario Cubano. Cuba fue uno de los últimos países en liberarse del reino español.
En desacuerdo con su esposa, por sus ideas de liberación, viajaron a Nueva York el 3 de marzo de 1880, aunque ella le abandonó después de unos meses y regresó a Cuba con el hijo.
En los Estados Unidos de Norteamérica, José Martí residió en total unos 15 años. Allí trabajó en una editorial, escribió sus importantes obras, ayudó a la causa independentista y fue cónsul de tres países, uno de ellos el nuestro.
Entre 1880 y 1890, Martí alcanzó renombre en América trabajando como periodista en: La Opinión de Caracas, La Nación de Buenos Aires, El Partido Liberal de México y en el New York Sun de Nueva York.
Viajó a Venezuela y a Guatemala, donde conoció a María García Granados, conocida como “la niña de Guatemala”, quien falleció de tristeza al no poder concretar su unión con José Martí. Fueron amores frustrados.
En su labor revolucionaria, el 3 de noviembre de 1887 fue elegido presidente de las actividades organizativas de los revolucionarios. Fue el redactor de los estatutos del Partido Revolucionario Cubano.
En el levantamiento de 1884, dijo que no estaba todavía preparado para la lucha contra España. Era prudente.
En 1891 escribió “Versos Sencillos” donde están las estrofas emotivas de “Guantanamera”.

El 31 de julio de 1891 fue nombrado cónsul de Paraguay hasta el 11 de octubre de 1891. Tuvo que renunciar debido a su actividad revolucionaria contra España, país que solicitó su renuncia al cargo diplomático.
En 1890, el político José Segundo Decoud, intelectual paraguayo, había propiciado su nombramiento como cónsul en Nueva York. Se le había otorgado el cargo durante el gobierno del general Patricio Escobar, siendo Juan Crisóstomo Centurión el ministro de Relaciones Exteriores.
Fue el tiempo en que Martí, como jefe del Partido Revolucionario, empezó a enviar hombres a la isla.
Cuba ya estaba alzada en armas. Con un puñado de valientes llegó a Cuba el 11 de abril de 1895, con el rango de general.
El 18 de mayo de 1895, en un combate, a pesar de que se le pidió quede en la retaguardia, en frenético galope se lanzó al frente de batalla. Una descarga cayó sobre él y lo mató.
Su hijo José Francisco, quién estudiaba en Nueva York, al enterarse de la muerte del padre, se alistó en el ejército cubano de los patriotas.
Tres años después los españoles fueron desalojados de su última conquista americana. El hijo de José Martí ocupó cargos militares en el gobierno de la Cuba libre.
Imposible no recordar uno de sus poemas más celebrados.
“Cultivo una rosa blanca, en junio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardos ni ortiga cultivo. Cultivo una rosa blanca”.
