La calle Sebastián Gaboto lleva el nombre del navegante que llegó al Paraguay, nueve años antes que se fundara Asunción
Como continuación a la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se darán detalles sobre la calle que homenajea al navegante Sebastián Gaboto.
Por la Ordenanza N° 2 de 1992 se denominó así a esta arteria capitalina, en sustitución del nombre que llevaba anteriormente, y que era General Patricio Colmán. La misma arranca en la avenida Juan León Mallorquín al noroeste y se dirige al sureste hasta la depresión conocida como Salamanca, cerca de la Penitenciaría Nacional. Es paralela a la calle Juan de Dios Pesa al norte y recorre los barrios Carlos Antonio López, Tacumbú y Roberto L. Petit.
Sebastián Gaboto, hijo de Mattea y Juan Caboto (conocido también como Gaboto), fue un marino veneciano que nació en 1476.
Al igual que su padre, fue marino, cartógrafo y explorador de América. Acompañándole, participó del descubrimiento de Terranova y Canadá, en 1497.
Estos servicios fueron por mandato del rey de Inglaterra Enrique VIII, donde el navegante era conocido por el apellido Cabot.
Los descubrimientos de Gaboto
En el año 1512, Sebastián Gaboto pasó a servir a España.
Muerto Juan Díaz de Solís, en las costas del actual Uruguay, le dieron el cargo vacante de Piloto Mayor que aquel poseía.
En marzo de 1525, firmó con el Rey de España una capitulación (contrato), por la cual se comprometía a una expedición, en busca de especias, a las Molucas, siguiendo por el camino de Hernando de Magallanes y Sebastián Elcano.
Partió del puerto de Sanlúcar con tres carabelas, el 3 de abril de 1526.
El 6 de junio pasó por las costas de Pernambuco, en poder de los portugueses.
Desembarcó, se surtió de alimentos y tuvo la oportunidad de escuchar acerca del oro y la plata que, en su larga caminata por el camino guaraní tape aviru, Alejo García salió a buscar con algunos náufragos.
Debido al invierno, Gaboto se quedó en la costa hasta el mes de setiembre, tiempo suficiente para escuchar los comentarios que hicieron que cambiara su itinerario.
Quedó entusiasmado con la historia de las ciudades de los cerros resplandecientes. Decidió suspender el objetivo de su viaje y dedicarse al hallazgo de esas riquezas.
La buena noticia estimuló su codicia.
Dejando de lado las órdenes del Rey, ingresó por el Río de la Plata al río Paraná Guasu.
Legalmente, quien debía hacer el recorrido del río Paraná era Diego García de Moguer, quien venía con la capitulación y la orden del Rey de ingresar, para exploración por ese río.
Cuando los dos capitanes se encontraron con el mismo objetivo, el 5 de enero de 1526, Sebastián Gaboto emprendió una carrera para llegar primero a los cerros de oro y plata, de los cuales se hablaba.
Al iniciar su recorrido fundó Sancti Spiritu, cerca de la actual Rosario de Argentina, el 9 de junio de 1527. Bordeó las costas de Corrientes por Itatí y, equivocando la ruta, alcanzó las islas de Apipé, donde actualmente se encuentra la hidroeléctrica Yacyreta.
Llegó hasta las proximidades de la actual Encarnación, donde fundo un fuerte llamado Santa Ana.
Los nativos a los que preguntó sobre cómo alcanzar la Sierra de la Plata (Potosí), le indicaron que no era el camino hacia el mbae vera guasu, donde existía el ita say ju, piedra de color amarillo.
Muchos de los indios tenían adornos en forma de planchas de oro y plata. Entonces, retornó por el río buscando remontar el otro brazo de agua, el más amplio, el río Paraguay.
En marzo de 1528, Gaboto llegó a la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, conoció la costa de Itapiru y ascendió hasta la desembocadura del río Bermejo, decidiendo ir al norte, por ser la vía más caudalosa. No llegó a la bahía de Asunción.
El primer arpista que llegó al Paraguay
Como hecho importante hay que decir que en esa expedición viajaba el arpista Martin Niño.
La historia no rescató su destino de músico, pero es importante el dato para la ciudad de Asunción, denominada desde el año 2007 Capital Mundial del Arpa Guaraní.
La historia cuenta que el arpa fue introducida recién en 1604.
Su destino no era fundar Asunción
Sebastián Gaboto estuvo en 1528 a punto de ingresar a la bahía de Asunción.
Solo una escaramuza entre europeos y nativos, a la altura de Angostura, hizo que decidiera dejar el viaje para otra ocasión.
Otro de los motivos para no seguir el viaje fue la discusión con Diego García de Moguer, quien reiteró el reclamó de los derechos de exploración que Gaboto no tenía y del cual García de Moguer era titular.
Tal vez el motivo más importante para ambos, fue enterarse que los indios timbúes se aprestaban a atacar el fuerte Sancti Spiritu.
Gaboto y García de Moguer decidieron regresar para ayudarles a defenderse. Llegaron tarde pues los europeos fueron arrasados por los nativos.
Los pocos que se salvaron se refugiaron en el barco y partieron con destino a San Salvador.
Sebastián Gaboto regresó a España en julio de 1530.
Allí enfrentó el pleito judicial con Diego García de Moguer.
El Rey dispuso su condena y destierro por cinco años a Oran, lo que no cumplió, pero acabó con su carrera de marino. En cambio, Diego García de Moguer tuvo la oportunidad de regresar.
Lo hizo en la Armada de don Pedro de Mendoza cinco años después.
No tuvo suerte, murió en las primeras escaramuzas.
A ambos les faltó la visión de enfrentar unidos el objetivo.
Aun así, sus viajes tuvieron tanta divulgación que nutrieron las expediciones que les siguieron en la conquista.
Santa Catarina, en honor a Ana, su esposa
El nombre actual Santa Catarina en el Brasil, le fue dado por Gaboto durante su recalada en la isla Yuruminrin, en honor a suesposa Catalina Medrano
Gaboto volvió a Inglaterra a proseguir con sus viajes
Luego de un juicio sin consecuencias, debido a la ayuda de sus amigos que intercedieron ante el Rey de España, regresó a Inglaterra, donde entró nuevamente al servicio del monarca.
En Inglaterra vivió el resto de su vida, falleciendo en 1557, a los ochenta años de edad.
