UNA CALLE DE ASUNCIÓN RINDE HOMENAJE A ANDRÉS CAMPOS CERVERA, EXIMIO CERAMISTA
Como continuación a la serie de entregas sobre la nomenclatura de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, se destaca una calle capitalina que lleva el nombre de Andrés Campos Cervera, quien tuvo una vida apasionante.
Una calle de Asunción lleva su nombre por la Ordenanza 649 de 1942. La calle Andrés Julián Campos Cervera es la cuarta paralela al Sur de la avenida Mcal. López, conocida antiguamente como calle “Del Gallinero”, con origen en los límites del Cementerio de la Recoleta, en la calle Mc Arthur, y se prolonga al Este hasta la avenida Guido Boggiani. Es paralela a la calle Dr. Emilio Hassler al Norte y a la calle Manuel del Castillo.
Conocido como Julián de la Herrería, fue el más grande ceramista, pintor y grabador del Paraguay.
Estuvo casado con Josefina Plá, escritora española y también ceramista quién, al unir su vida a la del artista, también lo hizo al Paraguay.
Su apasionante vida fue rescatada justamente por su esposa, una escritora sin par, quien la tituló “El Espíritu de Fuego”, escrito en 1944 y retocado treinta años después.
Con la dedicatoria “a ti: cada vez más lejos, cada vez más cerca”, Josefina Plá le rindió el mejor homenaje, haciendo conocer aspectos de su vida íntima, olvidados en la historia.
Era hijo de los españoles Dr. Cristóbal Campos Sánchez y de Aurelia Cervera de la Herrería, quienes llegaron a Asunción con Hérib, su hijo pequeño, padre del gran poeta de su mismo nombre.
Justamente su madre dio nombre a uno de los barrios más hermosos de Asunción: Villa Aurelia.
Los Campos Cervera llegaron al Paraguay en la postguerra del 70 y compraron 5.000 hectáreas de lo que todavía era una selva.
Rodrigo Campos Cervera (94 años), nieto de Cristóbal Campos y de Aurelia Cervera de la Herrería, nos completó los datos de ubicación de la gran propiedad, hoy convertida en los barrios Villa Aurelia, Herrera y San Cristóbal.
La propiedad llegaba desde la actual Villa Morra hasta el hipódromo, sobre Eusebio Ayala, y desde la actual avenida República Argentina hacia Madame Lynch.
El doctor Cristóbal Campos era un hombre de cultura. Dictaba cátedras, fue secretario del Colegio Nacional de la Capital. Atendía la chacra de su gran quinta con dimensiones de estancia. Y en los diarios de la época ejercía un periodismo crítico que le ganó enemigos.
El 29 de septiembre de 1889 al casco de su estancia (cuya propiedad permanece en la familia de Rodrigo Campos Cervera), en las actuales calles Sucre y Concejal Vargas, llegó solo su caballo. Lo acallaron, lo asesinaron.
Cristóbal Campos viajaba desde el centro de Asunción en el tranvía a mulitas, pero desde La Recoleta hasta la casa, el resto del camino debía hacer a caballo, por algún tape poi, todavía no convertido en calle.
El trencito de vapor a San Lorenzo, que cortó la propiedad de los Campos Cervera por la avenida actual Boggiani, antigua calle De los Colonos, recién se inauguró en 1894. Y, para entonces, Aurelia Cervera de la Herrería, viuda, madre de Andrés Campos Cervera, se había mudado a una casita sobre la calle Oliva del centro de Asunción, para poder mantener a lossiete hijosaún pequeños.
Allí trabajó como modista y tuvo éxito en su habilidad para hacer sombreros. Falleció el 30 de junio de 1900.
Por la avenida Boggiani transitó el trencito a vapor hasta San Lorenzo, que cortaba en dos la propiedad de los Campos Cervera y estuvo una de las paradas a la que llamaban Estación Campos.
El escritor Arturo Alsina recuerda la Estación Campos en medio de un arenal y mandarinales.
Rodrigo Campos Cervera, el nieto de don Cristóbal Campos e hijo de Cristóbal Campos Cervera, hermano de Andrés, recuerda su ubicación aproximada, donde un techo de chapas resguardaba a los viajeros en la estación, que en la actualidad es una propiedad de la ANDE.
Villa Aurelia, la Estación Campos y los descendientes de los ilustres habitantes de entonces, guardan en su memoria algunos capítulos todavía inéditos de la rica historia de Asunción.
Josefina Plá, quien llegó a Asunción casada por poder con Andrés, un 1 de febrero de 1927, recuerda en su libro biográfico la amplia propiedad y las pomarrosas floridas, donde hoy día sobresale un sombreado mangal. Allí, Andrés Campos Cervera construyó su primer horno para hacer cerámicas.
Cuando Andrés se volvió a desencantar de no encontrar terreno fértil para su arte, antes de retornar a España, decidió vender su parte de la quinta de los Campos Cervera y adquirió una casa en las actuales calles Estados Unidos y República de Colombia, donde vivió hasta el final de sus días Josefina Plá.
Andrés Campos Cervera falleció en Manises, España, el 11 de julio de 1937, en medio del fragor de la guerra civil que llevó al poder al generalísimo Francisco Franco.
Josefina Plá falleció en su casa de la calle Estados Unidos, donde con Andrés Campos Cervera construyeron su segundo horno para cerámicas y desde donde “Mimí Plá” comenzó su actividad cultural en el Paraguay con su primer empleo de periodista.