Una calle de Asunción recuerda al general Benigno Ferreira, uno de los protagonistas más controvertidos de la reconstrucción del Paraguay

Como continuación de la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre la vida del general Benigno Ferreira, comandante de la Revolución de 1904 y uno de los protagonistas más controvertidos de la reconstrucción del Paraguay, por lo que con una calle capitalina se le rinde homenaje.

Por la Ordenanza Nº 40 de 1994, se sustituye en un tramo el nombre de la calle Eduardo López Moreira por el de General Benigno Ferreira, desde la calle Coronel Ramón Díaz hasta la avenida Guido Boggiani.  Corre de oeste a este y es paralela a la calle Pancha Garmendia hacia el sur y al norte a la calle Doctor Toribio Pacheco, totalizando once cuadras de extensión en el barrio Mariscal Estigarribia.

El nieto de Fernando de la Mora

El general Benigno Ferreira nació en Mora Cue, Limpio, el 13 de enero de 1846.  Sus padres fueron Joaquín Ángel Mora Coene y María Concepción Ferreira, quienes no pudieron legalizar su matrimonio en tiempos del gobierno del doctor José Gaspar Rodríguez de Francia por problemas políticos.

Benigno tuvo que optar por Ferreira, el apellido de la madre.  Era nieto del prócer Fernando de la Mora, enemigo del gobernante.

Tuvo dos hermanas:  Susana, casada con Silvestre Aveiro, y Mercedes, casada con Federico Guillermo Báez.

Su tío, José Tomás Ramírez, cónsul general de la Confederación Argentina en 1858, lo llevó a cursar estudios en el famoso colegio de Concepción del Uruguay y, posteriormente, en la Universidad de Buenos Aires, donde se formó en Derecho.

En Buenos Aires contactó con otras familias paraguayas contrarias al régimen político de los López.

Al comenzar la Guerra de la Triple Alianza, se unió a las filas de la Legión Paraguaya pro Triple Alianza.  La historia cuenta que su madre en Limpio, fue apresada.  Ferreira relató que su madre perdió la mano debido a la tortura.

Al enterarse de las cláusulas secretas del Tratado de la Guerra de la Triple Alianza, Benigno Ferreira renunció a participar. 

En Buenos Aires se dedicó al periodismo en el diario La República, donde la historia cuenta que publicó algunos artículos contra la Triple Alianza.

Al ocuparse Asunción en 1869, Benigno Ferreira volvió al país con el grado de mayor en el nuevo ejército nacional.  Ocupó el cargo de Capitán General de Puerto; luego el de Jefe de Batallón.

Producida la renuncia del primer presidente constitucional Cirilo Antonio Rivarola, se hizo cargo del Ministerio del Interior en el gabinete del vicepresidente Salvador Jovellanos y, desde ese cargo, le cupo defender el territorio cuando la Argentina pretendía el Chaco con la tesis de “Los derechos de la Victoria” y el “Justo Botín”.

El 18 de febrero de 1872 fue uno de los que protestó por la ocupación de Villa Occidental.

Durante el gobierno de Juan Bautista Gill, el general Benigno Ferreira fue al exilio.  Estuvo veinte años en Buenos Aires, donde trabajó como abogado, llegando a hacerse de fortuna.

Lo invitó a volver al Paraguay el general Juan Bautista Egusquiza, al convertirse en presidente de la República, siendo nombrado titular del Tribunal de Justicia.

Renunció para encabezar la revolución de 1904 del cambio gubernamental.

El general Benigno Ferreira asumió la presidencia de la República el 25 de noviembre de 1906.

El 2 de julio de 1908, fue destituido en una sangrienta revolución, liderada por el mayor Albino Jara.  Durante tres días de combate en lo que hoy conocemos como Centro Histórico de Asunción, el presidente Ferreira se tuvo que rendir.   

El resto de su vida pasó en el exilio.  Falleció el 24 de noviembre de 1920 en Buenos Aires. Sus restos mortales fueron trasladados a Asunción.

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