Una calle de Asunción lleva el nombre Monseñor Juan Sinforiano Bogarín, el paraguayo más amado por los paraguayos
Como continuación de la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre la vida del Monseñor Juan Sinforiano Bogarín, que al decir del doctor Justo Pastor Benítez: “fue el paraguayo más amado por los paraguayos, por lo que con una calle capitalina se le rinde homenaje.
Por la Ordenanza Nº 4931 de 1963, lleva su nombre la calle que al sur es continuación de la calle doctor Arturo Weiss, desde la avenida Mariscal Francisco Solano López hasta la calle Carlos Miguel Giménez. Es paralela a la calle doctor Rodolfo Zotti al este y al oeste a Doctor Eduardo Torreani Viera. Corre paralela a las avenidas República Argentina al este y a Choferes del Chaco al oeste, en el barrio Recoleta.

Su vida en la postguerra del 70
Nació en Mbuyapey, el 21 de agosto de 1863. Sus padres fueron Juan José Bogarín, quien murió defendiendo Humaitá, y Mónica de la Cruz González, residenta en Borja, quien falleció por cólera. Fue recogido con sus hermanos: José Patricio y Silvana, por sus tías en Arecayá, Limpio.
Ingresó al antiguo Seminario Conciliar a los 16 años. Descendía nada menos que del santo Roque González de Santa Cruz, como también de Amancio González y Escobar, quien fundó la actual Villa Hayes, y de Francisco Javier Bogarín, prócer de la Independencia en 1811.

Fue un sacerdote viajero
Fue ordenado sacerdote por el obispo Juan Aponte, el 24 de febrero de 1886.
Se desempeñó como secretario general de la Diócesis, durante el obispado de Pedro Juan Aponte, y luego fue cura párroco de la Iglesia Catedral de Asunción, cuando este falleció.
Por bula del 21 de setiembre de 1894, el papa León XIII lo nombró Obispo del Paraguay.
Ejerció su tarea en momentos de reorganización del país por la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay.
Desarrolló una incansable labor. Recorrió en su caballo bayo, tres veces el territorio patrio en misión pastoral. Todo lo anotaba en su cuaderno. Casaba a las parejas concubinadas, orientaba a las familias, bautizaba niños, colaboraba con su bendición a las familias sobrevivientes de la guerra.
Viajó tres veces a Roma, al Vaticano.

Influyó en las autoridades de entonces
Gracias a sus gestiones con el Cardenal Rampolla secretario de Estado del Vaticano, se trajo a Asunción el colegio San José, el 30 de junio de 1904.
Fue el obispo Bogarín quien logró la construcción del nuevo Seminario Conciliar de Asunción.
Durante la presidencia del doctor José P. Guggiari, el 15 de agosto de 1930, se creó el Arzobispado del Paraguay y fue nombrado Arzobispo.
Sus cartas pastorales eran importantes piezas literarias. En ellas esbozaba incluso los programas de gobierno que necesitaba el país.
Por la Constitución de 1940, se creó el Consejo de Estado y el monseñor Sinforiano Bogarín fue miembro. Conoció, trabajó y criticó a los 21 presidentes de la República que tuvo el país durante su gestión.
Vivió las conspiraciones y las revoluciones, buscando la pacificación.
Acompañó al pueblo durante la Guerra del Chaco.

Murió el 25 de febrero de 1949 a los 86 años. En su testamento decía: “Naci pobre, viví pobre y moriré pobre”.
Sus restos descansan en la Iglesia Catedral.
Dejó dos grandes legados: el recuerdo de su labor y el Museo de la Curia Eclesiástica.
