Una calle de Asunción recuerda al noble alemán Ulrico Schmidl, Primer Cronista del Río de la Plata

Continuando con la serie de entregas sobre la nomenclatura de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se darán detalles sobre una arteria que lleva el nombre de Ulrico Schmidl, noble alemán considerado el primer cronista del Río de la Plata, quien publicó en sus memorias los dibujos de los primeros veinte años de la vida en la Asunción colonial.

Cabe mencionar que esta calle lleva esta denominación por la Ordenanza 649/42, la cual es paralela, en su recorrido al Este, con la avenida República Argentina.  Con dos cuadras de extensión, la misma nace en la avenida Guido Boggiani, al Sur, y se desplaza hasta la avenida Mariscal Francisco Solano López; paralela a la calle Capitán Nudelman al Sur y, al Norte, a la prolongación de la calle Bélgica.

Su libro abundaba en imágenes grabadas en madera, impresas con la última tecnología de entonces, que antecedió a las fotografías, las cuales son valiosos dibujos de la vida doméstica, en el día a día en estas tierras.

Loa lectores europeos pudieron hacerse, entre otros temas, una idea de cómo eran las mujeres guaraníes que tanto impresionaron a los conquistadores y que fueron descriptas en el texto de “Derrotero y viaje a España y las Indias”.

Dijo de ellas que eran “grandes amantes”: (…) “Ellas andan como las echó al mundo la madre, y son hermosas a su manera, y muy bien que saben pecar estando a obscuras (…) estas mujeres son muy lindas y grandes amantes y afectuosas y muy ardientes de cuerpo, según mi parecer”.

El libro, escrito en 1567, muestra las primeras imágenes ilustradas de Asunción.

Datos sobre su vida

Ulrico Schmidl nació en 1510 en Baviera, Alemania, hijo de nobles feudales.  A los 25 años fue atraído por el gran viaje a América que, en Sanlúcar de Barrameda, se armó al mando del Primer Adelantado Don Pedro de Mendoza.

Intervino en la primera fundación de Buenos Aires (del buen viento), en 1536.

Narró las angustias, peripecias y los acontecimientos políticos, sobre todo lo ocurrido con Alvar Núñez Cabeza de Vaca y Domingo Martínez de Irala, quienes ejercieron como gobernadores en el Río de la Plata.

En 1552, su hermano Thomas le escribió, anunciándole su grave estado de salud y retornó a Alemania ocho meses antes de su muerte.

Riquezas nunca le faltaron.  Quedó heredero de la rica familia a la que pertenecía y, además, contrajo enlace con dos viudas  de fortuna, de quienes también heredó más riquezas.

A partir de 1557 se dedicó a dar forma a sus anotaciones, redactando el libro que se publicó en Frankfurt, en 1567.

El valor de la obra de Schmidl está en sus relatos, acompañados de ilustración descriptiva, sobre todo de Asunción.

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