El coronel Valois Rivarola, de una saga familiar de grandes hombres, es homenajeado con una calle capitalina

Como continuación de la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre la vida del coronel Valois Rivarola, tío de la madre del gran poeta guaraní, Emiliano R. Fernández, de una saga familiar de grandes hombres, a quien con una arteria capitalina se rinde homenaje.

Por Ordenanza N° 1947 del año 1929, se denomina así a la calle ubicada al sur de la vía férrea y ratificado el nombre por la Ordenanza N° 649/42.  Arranca en la avenida Saltos del Guairá al oeste y se extiende al este hasta la avenida General Máximo Santos, paralela a las calles Teniente Ríos al norte y a Intendentes Militares al Sur, en el barrio Las Mercedes.

Datos sobre su vida

El coronel Valois Rivarola nació el 20 de noviembre de 1840 en Costa Peña, Acahay, hijo de Justa del Rosario Rivarola viuda de Mareco.

En 1865 se presentó en el Campamento Cerro León.  El adolescente Valois Rivarola fue un soldado más, incorporado en la primera compañía del primer escuadrón del Regimiento N° 13, al mando del capitán José María Delgado y donde alcanzó el grado de Sargento 1ro.

Ascensos meritorios debido a su desempeño en batalla

Valois Rivarola ya se hizo notar por su actuación en la batalla del 2 de mayo de 1866, en el Estero Bellaco, y luego, por su desempeño en la batalla más grande que se dio en América, el 24 de mayo de 1866, en Tuyutí, se le otorgaron otros ascensos.  Justamente el 28 se le dio el grado de Subteniente 2do.

Luego de Sauce y Boquerón, el 25 de julio logró otro escalón, siendo nombrado Subteniente 1ro. del combativo regimiento y luego Teniente 2do.

Se incorpora como ayudante de campo del Mariscal Presidente con el grado de Teniente 1ro. y el 9 de abril de 1867 fue ascendido a Capitán.

El 24 de agosto de 1867 ingresó en la escalada de jefes, cuando fue nombrado Mayor.  Poco después, el 21 de septiembre actuó en la batalla de Tatayiba, bajo las órdenes inmediatas del general Bernardino Caballero.  Y nuevamente bajo su comando, llegó a Teniente Coronel y actuó en el asalto de Tuyutí, el 3 de noviembre de 1867, donde se lució al frente de una división.

El 15 de noviembre el jefe de Estado le confirmó la graduación de Teniente Coronel.

Después de San Fernando, a orillas del Tebicuary, el 2 de agosto de 1868, el comandante Rivarola fue designado Jefe de las fuerzas de infantería y caballería, que deberían cubrir la retirada de nuestro ejército.

Organizada la nueva línea del Pykysyry, a principios de septiembre de 1868, los 12 mil hombres, integrados en cinco divisiones, los últimos de la extrema izquierda, quedaron bajo su responsabilidad.

Producido el avance de los aliados por el Chaco y su posterior desembarque en San Antonio, el 6 de diciembre participó de la batalla de Ytororo, primera de las tres de aquel mes trágico.  Los escuadrones eran suicidas, enfrentándose al enemigo.

El 11 de diciembre, en las márgenes del arroyo Avay, entre Ypane y la Villeta, se libró la batalla más sangrienta de la Guerra Grande.

Siempre secundando al general Bernardino Caballero, luego de arremeter sin suerte al enemigo, un balazo le cortó la garganta.  La bala le atravesó el cuello y, aun chorreando sangre, continuó la lucha.

Ya en agonía llegó al hospital, siendo cuidado por el sargento Joaquín González, quien no podía ya hacer otra cosa que mantenerlo con vida cuidando su herida.

El 21 de diciembre de 1868, por señas, casi susurrando, pidió a González que ensille su caballo y se trepó a él.  Prefería morir luchando.  De un sablazo le partieron la cabeza con un tajo en la frente.

El Mariscal ordenó que el herido fuera transportado al hospital del campamento Cerro León.  Un carretón lo llevó el 24 de diciembre, en la Nochebuena de 1868, y en la siguiente noche de Navidad, con pleno uso de sus facultades, se despidió de sus antiguos compañeros.  Sus despojos mortales quedaron en el cementerio de Cerro León.

Valois Rivarola, tío de la madre de Emiliano R. Fernández

Una sobrina del coronel Valois Rivarola, Bernarda Rivarola, en Acahay, sobreviviente de la guerra, conoció en la postguerra a Silvestre Fernández, sobreviviente de la batalla de Acosta Ñu.

Se casaron y fueron los padres de Emiliano Rivarola Fernández, quien nació el 8 de agosto de 1894 en Guarambaré. 

Emiliano, en homenaje a su madre, antepuso su apellido Rivarola, pero pasó a la historia como Emiliano R. Fernández.

Fue el gran poeta y cantor de nuestra patria: el gran Emiliano, de la estirpe del famoso Valois Rivarola.

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