Impulsan campaña de prevención contra incendios en la Reserva Ecológica Banco San Miguel y Bahía de Asunción

El Gobierno de la Ciudad de Asunción, a través de la Dirección General de Gestión Ambiental (DGGA), desarrolla una intensa campaña de prevención contra incendios forestales en la Reserva Ecológica Banco San Miguel y Bahía de Asunción, en el marco de las acciones impulsadas para la protección de los ecosistemas urbanos y la preservación de la biodiversidad de esta importante área silvestre protegida.

La iniciativa es liderada por la Unidad de Biodiversidad y Áreas Protegidas, dependiente de la mencionada dirección general municipal, a cargo de la doctora Carolina Álvarez, quien explicó que el plan de trabajo se desarrolla sobre dos componentes fundamentales: el comunitario y el operativo interinstitucional.

“El componente comunitario se trabaja con las comisiones vecinales de la zona, realizando notificaciones preventivas en sectores críticos, para evitar quemas, acumulación de materiales inflamables y detectar tempranamente posibles focos de fuego”, detalló.

Asimismo, destacó la participación de la brigada forestal comunitaria, que realiza guardias y responde ante situaciones de riesgo.

“Hoy los vecinos son los primeros en alertar cuando ven humo o fuego; eso nos permite actuar rápido y evitar grandes incendios”, subrayó.

Agregó que el segundo eje de trabajo involucra a las fuerzas de seguridad, principalmente a la Policía Urbana y Turística y a la Prefectura Naval, para el control del ingreso de personas y embarcaciones que puedan generar riesgos de fuego, especialmente con la llegada del verano, cuando aumenta la presencia de visitantes en la zona ribereña.

Recordó que la Bahía de Asunción forma parte del área de reserva, donde rigen restricciones específicas.

“Dentro de la reserva están prohibidas actividades como la pesca, las aglomeraciones, la generación de ruidos, el encendido de fuego y el vertido de residuos.  Es fundamental que la ciudadanía comprenda que se trata de un área de conservación y, como tal, debe respetarse la normativa ambiental”, puntualizó.

Enfatizó que, desde el Gobierno de la Ciudad de Asunción, se trabaja además en tareas educativas y de sensibilización ambiental, en coordinación con el Centro de Educación y Promoción Ambiental (CEPAM), realizando charlas y jornadas con niños y adultos en escuelas y comisiones vecinales del entorno.

“Este año realizamos más actividades que en años anteriores, con un fuerte enfoque en la educación y la prevención desde las comunidades”, enfatizó.

En cuanto a las causas de los incendios registrados en la reserva en años anteriores, señaló que la mayoría fueron provocados por factores externos, como personas que ingresan ilegalmente a pescar o a quemar cables, pero destacó que, gracias al trabajo conjunto entre vecinos, brigadistas y bomberos, la tendencia se ha reducido significativamente.

“Durante la pandemia llegamos a tener 17 episodios de incendio en un año; el año pasado tuvimos dos y este año solo uno.  Hoy hay mayor conciencia en la comunidad y eso se refleja en los resultados”, resaltó.

Detalló también que la contaminación del aire y la pérdida de especies vegetales y animales son los principales impactos ambientales que dejan los incendios.

“Cada quema destruye hábitats, altera el aire de toda la ciudad y debilita un ecosistema vital para Asunción.  La Reserva Banco San Miguel y la Bahía son uno de los pulmones naturales más importantes de la capital”, aseguró.

Finalmente, recalcó que la Municipalidad lleva adelante un proceso de adecuación con las familias residentes dentro del área protegida, para que puedan ajustarse al marco legal que establece el plan de manejo de la reserva.

“Estar dentro de un área de conservación implica responsabilidades. Las familias que deseen permanecer deben adecuarse a las normas ambientales vigentes; las leyes son claras y de cumplimiento obligatorio para todos los ciudadanos”, concluyó.

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