Cuadrillas de la Dirección de Servicios Urbanos intensificaron la limpieza de sumideros y bocas de tormenta tras las lluvias
En la noche del pasado lunes 17 de febrero y la madrugada de este martes 18 de febrero, la intensa lluvia caída en gran parte del país y en especial en nuestra capital, generó la formación de torrentosos raudales que arremetieron con todo en contra de las muchas bocas de tormenta con que cuenta la ciudad, arrastrando a su paso basuras y ramas desgajadas de los árboles, por los fuertes vientos que soplaron en Asunción.
Esta situación genera la gran acumulación de aguas y desperdicios en las bocas de tormentas, que impiden el normal escurrimiento del líquido por los colectores, ya que los residuos y las ramas trancan estas bocas, generando contratiempos y peligros para los automovilistas en general, que ven cómo se forman los inmensos charcos por donde tienen que transitar.

Por eso la Comuna Capitalina, en conocimiento de estas dificultades propias de la ciudad en los días de lluvias y sabiendo cuáles son las zonas más conflictivas, ni bien amainaron los efectos más severos de la tormenta, a través de la Dirección de Servicios Urbanos (DSU) sacó sus brigadas dedicadas a la limpieza de los ductos y las bocas de tormenta, para limpiarlos y permitir el normal escurrimiento de las aguas.
Es así que, desde tempranas horas de este martes 18 de febrero, cuadrillas de la DSU intensificaron la limpieza de sumideros y bocas de tormenta, ubicados en las diferentes calles y avenidas, donde se encuentran puntos plenamente identificados como lugares en los que se abarrotan de basura.
Uno de estos es la rejilla ubicada en Yuasy’y e Yvapovó del barrio Terminal, la cual se llenó de desperdicios que fueron recogidos por vehículos especiales y luego trasladados para su disposición final.

Así también, en simultáneo, fueron limpiados otros sumideros, a fin de garantizar el correcto drenaje del agua y evitar los raudales tan peligrosos en la capital, que en más de una oportunidad trajo malestar y daños materiales y personales a la ciudadanía.
Estas tareas, a cargo de las cuadrillas de la DSU, seguirán en la medida en que la circunstancia climática lo permita, más ahora que se cierne sobre la población el peligro cierto de la epidemia del dengue.
Sabido es que, después de las lluvias pronunciadas de estos días vendrán días calurosos y con mucha humedad, lo que propicia los criaderos de mosquitos productores de larvas, que contagian la enfermedad.
Por eso se insta a la población a adoptar medidas higiénicas que impidan la proliferación del Aedes aegyptis, eliminando todo aquello que pueda acumular agua.