Avanza colocación de tubos del desagüe pluvial en el límite entre Asunción y Lambaré
Cincuenta metros de avance ya registra la colocación de tubos PEAD, corrugado, de 2,50 metros de diámetro, para el desagüe pluvial, que se inició en la zona limítrofe de los municipios de Asunción y Lambaré, específicamente en las calles Vianney y Karandayty.
El trabajo mencionado forma parte de la obra de desagüe pluvial, mediambiental e inclusivo de la avenida General Santos, en su segunda etapa, que está a cargo del Consorcio Pavimento Urbano, a través de una inversión municipal de más de 25.000 millones de guaraníes.
El director de Obras de la Comuna Capitalina, Ing. Antoliano Benítez, destacó esta importante obra que lleva adelante la Administración Municipal del intendente capitalino Mario Ferreiro.
Especificó que ya se comenzó a colocar la tubería de diámetro más grande, que alcanza los 2,50 metros, que tiene mayor volumen de albergue para el agua de lluvia.
Puntualizó que durante la excavación del terreno, entre 4 a 5 metros de profundidad, encontraron que el nivel freático o presión subterránea estaba muy alto, impidiendo que se pudiera proceder a la soldadura de una tubería con la otra.
“Se tuvo que trabajar para desagotar la zona y así seguir con la unión de los caños, tomando en cuenta que dicha tarea no se puede hacer en presencia de agua. Se filtró el líquido en el fondo entrando a los caños, obligándose al desagote”, detalló.
Agregó que no se podía cavar a tanta profundidad en esta zona por la inestabilidad del lugar.
Indicó que en la calle Karandayty se continúa con la colocación de las cañerías del agua corriente y del desagüe cloacal.
“En esta tarea se está llegando a la avenida General Santos, dejando libre el medio de la calzada para los caños pluviales, colocándose en las veredas las cañerías del agua y a los costados los caños cloacales”, manifestó.
Por su parte el coordinador general de Fiscalización de Obras, Ing. Martín Ojeda, aseguró que los tubos que se usan para el desagüe pluvial son muy resistentes y están hechos de un material de plástico reforzado de alta densidad y corrugado, para darle más fuerza, tipo anillo continuo.
“Con un buen recubrimiento es suficiente para protegerlo de la presión de los vehículos. Estos tubos van a 4 o 5 metros de profundidad. En el lugar de inicio de la obra, en la zona del arroyo Lambaré, hay una fuerte depresión del terreno, por lo que se tiene que rellenar adecuadamente”, concluyó.