La calle Presidente Franco recuerda al mandatario quien caminaba desde su casa hasta el Palacio de Gobierno para no sumar gastos al Estado

Prosiguiendo con la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre la vida del Presidente de la República Doctor Manuel Franco, un mandatario que caminaba desde su casa, la actual Radio Nacional, hasta el Palacio de Gobierno, para no sumar gastos al Estado, a quien con una arteria capitalina se rinde homenaje.

Por la Ordenanza N° 923 del 10 de junio de 1919, se llama así a la primera calle paralela a la calle Palma, hacia el norte.  Nace en la avenida Stella Maris, al oeste, frente al Puerto, y se prolonga hasta la calle Independencia Nacional al este.  Eligio Ayala se denomina a su continuación, desde el eje de la nomenclatura, en los barrios La Encarnación y Doctor Francia.

Datos sobre su vida

Nació el 9 de junio de 1871, apenas finalizada la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, en la capital del primer departamento, Concepción.

Fue hijo de Josefa Antonia Franco.  Estudió las primeras letras en Concepción, entre los niños huérfanos, producto de la contienda sangrienta.

Al término de la escuela primaria, la madre de Manuel Franco lo envió a Asunción acompañado de su tía doña Trifona Franco de Isnardi, quien lo inscribió en el Colegio Nacional de la Capital con carácter de internado.

La tía Trifona fue el gran apoyo para el joven Franco.  No tenía problemas económicos.  Estaba casada con Antonio Martín Isnardi Pedrozo, inmigrante italiano que llegó a Concepción en 1880 y fue dueño de una yerbatera y de la comercial Casa Isnardi.

La historia dice que el acaudalado hombre de negocios tenía 25.000 personas trabajando en sus yerbales y que, además, poseía “cuatro estancias, vapores, aserraderos y 600 carros de bueyes y 400 carros de mula”, lo que indica el tipo de economía que manejaba.

Sus trabajos y los ascensos políticos

El joven Manuel Franco también fue militar.  Llegó al grado de Mayor, prestando servicios con la Guardia Nacional, entre 1899 y 1903.

Al término de sus estudios en el Colegio Nacional de la Capital, ingresó a la Universidad Nacional, donde se recibió de abogado y doctor en Derecho en el año 1906.   Además, fue político y catedrático.

Franco comenzó a trabajar enseñando en el Colegio Nacional de la Capital y en la Facultad de Derecho, como profesor de Derecho Civil.

Era adherente del Partido Liberal.

En 1904, al triunfar la revolución, presentó el Plan Franco, que sirvió para el desarrollo de la Enseñanza Secundaria, y que rigió durante 25 años.  Daba valor al conocimiento de oficios, como para que los jóvenes pudieran desempeñarse en profesiones.

En 1906 fue electo director del Colegio Nacional de la Capital. También fue Administrador del Banco Agrícola.

Llegó a Senador de la Nación y Ministro de Justicia en 1908, en la presidencia de Emiliano González Navero.  El mismo cargo conservó en el gobierno de Manuel Gondra.

Fue presidente del Tribunal Superior de Justicia.

En 1916, llegó al máximo cargo electo de Presidente de la República.

Entre sus logros se destaca el Registro Cívico Permanente y el voto secreto.

En su gobierno estuvo abocado a conseguir mercado para los productos nacionales.  Eran los años de la Primera Guerra Mundial y nuestra carne se vendía en Buenos Aires y en Río de Janeiro, para ser exportada a la Europa en guerra.  El cuero, la yerba, el tabaco y el tanino fueron las exportaciones que resultaron beneficiosas para el Paraguay.

No faltaron, entre los problemas que tuvieron que enfrentar, los conatos de conspiración político – militar, que fueron el origen de la revolución de 1922.

Durante su mandato, se clausuró el Cementerio el Mangrullo, hoy Parque Carlos Antonio López.  Transformó el Mercado Guasu en plaza.  Dispuso la reapertura de la Facultad de Medicina, celebrada una Ley de amnistía política.  Convirtió el Jardín Botánico de Asunción en Parque y Museo de Historia Natural.

Le tocó vivir el azote de la epidemia de influenza que dejó muchos fallecidos.

La extraña muerte del joven presidente

El día 5 de junio de 1919 concurrió a su despacho, como todos los días lo hacía, caminando desde su casa, ubicada en la calle Blas Garay 241, ex Cuarta Proyectada, entre Yegros e Iturbe, hasta el Palacio de Gobierno.  La casa le había sido regalada por su tía Trifona.

La tía Trifona de Isnardi no aceptó que su sobrino, siendo presidente de la República, desechara incluso la carroza a caballos que le pasó para que no caminara tantas cuadras hasta el Palacio.

La historia recuerda que el Presidente Franco le decía que “no se podía desperdiciar el dinero público, dando de comer a los caballos”, y que él podía caminar.

A la austeridad y sencillez del Presidente de la República, se sumaba una gran honradez con el dinero público.

La periodista y escritora Chony Calderón, quien fue directora de Radio Nacional, escribió una obra de teatro sobre el último día del Presidente Manuel Franco en su casa, donde actualmente funciona Radio Nacional del Paraguay.

Dijo que, de acuerdo a sus investigaciones, Franco se mantuvo soltero a pesar de sus cuatro hijos y que existía gran duda acerca de su muerte prematura, sin síntomas previos.

Se dijo en su momento que, probablemente, fue envenenado por su “machu”, la señora que cuidaba su casa y le cocinaba.  De la relación entre ambos, no hay datos escritos.  Tampoco de la madre de sus hijos.

Según las crónicas, ese 5 de junio de 1919, al mediodía, el Presidente Franco firmó el último decreto, el 9.998.  Era un día caluroso, con viento norte.  Caminando, sin guardias, de riguroso traje, como estilaba el presidente, regresó a su casa, donde almorzó.

A las 14:00 horas tuvo un ataque cardíaco y le atendió el doctor Jovino Mernes.  Falleció a las 22:28 minutos.

Sus restos fueron velados en el Palacio de Gobierno y conducidos a La Recoleta.

Asumió como presidente interino, el vicepresidente de la República.

Durante el entierro en La Recoleta, su tía, Trifona Franco de Isnardi, sufrió un desmayo y el nuevo Presidente de la República, el médico José Montero, la auxilió, en medio de la ceremonia.

Manuel Franco murió a los 47 años de un infarto agudo de miocardio.

Sus hijos fueron: Aurelio Evaristo, quien nació en 1912, siendo su madre María Ricarda González.  Se cree que con ella tuvo a otro de sus hijos varones.

Sus otros hijos fueron Fernando y Manuel Tomás.  Su hija María Ana tuvo como madre a Justa Antolina Lezcano González.

Cuando falleció, sus familiares no podían creer lo ocurrido, dijeron que Manuel Franco fue envenenado.

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