El Mariscal José Félix Estigarribia, hombre de armas que se preparó con responsabilidad para la Guerra del Chaco, es homenajeado con una calle capitalina
Como continuación de la serie de entregas sobre los nombres de las calles de Asunción y la historia que encierra cada una de esas denominaciones, elaborada por la señora Evanhy de Gallegos, se brindarán datos sobre la vida del Mariscal José Félix Estigarribia, hombre de armas que se preparó con responsabilidad para conducir a las tropas durante la Guerra del Chaco, y a quien con una calle se rinde homenaje.

Por la Ordenanza N° 649 de 1942, se llama así a la calle que al oeste del eje de la nomenclatura Independencia Nacional se denomina Palma. Desde este punto se prolonga hacia el este, con interrupciones hasta la arteria denominada Bernardino Caballero, próximo a la avenida Kubitschek y Embajada Americana. Es paralela a las calles 25 de Mayo al sur y al norte con Doctor Eligio Ayala, recorriendo los barrios General Caballero, Ciudad Nueva, San Roque y Catedral.
Datos sobre su vida
El 21 de febrero de 1888, en Caraguatay, nació José Félix Estigarribia. Su padre, don Mateo Estigarribia, era descendiente del médico de don Gaspar Rodríguez de Francia, el famoso Vicente Estigarribia. Su madre, Casilda Insaurralde, fue descendiente de los congresistas de 1811 y 1812 y de soldados en la Guerra contra el Paraguay de la Triple Alianza.

Pasó su infancia como todo niño campesino, ayudando al padre en las faenas rurales.
Al término de la escuela primaria, a los 14 años, en 1903, fue enviado a la Escuela de Agricultura de Santísima Trinidad, donde el sabio Moisés Bertoni lo formó en las tareas agrícolas, recibiéndose de agrónomo.
Para estar más cerca del hijo, sus padres se mudaron a Capiatá y en 1909 falleció su padre.

Sin tierras propias, el agrónomo José Félix Estigarribia buscó otra profesión. Consiguió entonces trabajo en el Tribunal de Justicia y con el salario decidió solventar estudios superiores.
El destino y la revolución de 1908, hizo que se incorporara al ejército como Teniente 2do. de Infantería. Allí descubrió su verdadera vocación.
Militar preparado para la guerra del Chaco
El 1 de marzo de 1911, ascendió a Teniente 2° de Infantería. El 17 de marzo del mismo año, estuvo en la acción militar en Estero Bonete y fue herido de bala en el brazo.

El presidente Coronel Albino Jara lo designó, el 17 de agosto de 1911, como becario en misión de estudios a Chile, para conocerse sobre sus condiciones para ser un buen militar. Al término y de regreso, fue enviado a Concepción, donde se enamoró de una señorita de la alta sociedad.
En 1916, obtuvo los 30 días de permiso reglamentario que podía solicitar, para contraer enlace con Julia Miranda Cueto. Tuvieron una hija: Graciela Estigarribia, casada con el doctor Horacio Fernández.
Cuando el matrimonio estaba en Asunción, residía en la que fue la casa de la familia Cueto y que en la actualidad es la Casa de la Literatura Augusto Roa Bastos, frente a la Plaza Uruguaya.
En 1918, su carrera militar se truncó y solicitó la baja del ejército el 28 de mayo, volviendo a dedicarse a las faenas rurales.
Cuando fue reincorporado el 1 de octubre de ese mismo año, fue ascendiendo sin pausas en su carrera militar.

En 1923, el gobierno, viendo sus condiciones excepcionales, lo comisionó a Europa para seguir su perfeccionamiento en Francia. Ingresó como alumno extranjero en el Primer Curso de la Escuela Superior de Guerra de París.
En 1927, obtuvo el brevet de Oficial de Estado Mayor con notas sobresalientes. Su preocupación era salvar el Chaco, problema sobre el que se carteaba con sus colegas de la milicia.
Regresó al país el 22 de septiembre de 1927. Le correspondió preparar la nación para la guerra, mientras seguía ascendiendo por méritos.
En 1932, llegó el destino en el Chaco
El 17 de junio de 1932, fue nombrado comandante interino de la Primera División de Infantería, con asiento en Puerto Casado. Era el momento de brindar sus conocimientos en la histórica misión de reconquistar el Chaco.
Apenas tuvo tiempo de organizar la recuperación de nuestro territorio y Boquerón fue la prueba de fuego.
El 29 de septiembre de 1933, el gobierno nacional lo ascendió a General de Brigada. Y el 13 de diciembre del mismo año, fue ascendido a General de División.
El 16 de enero de 1935, los combatientes cruzaron el histórico río Parapití. El 12 de junio de 1935, el cese al fuego condujo a la paz definitiva.
La postguerra del Chaco del conductor Estigarribia
En 1936, al asumir el nuevo gobierno del Coronel Rafael Franco, fue al destierro en Buenos Aires. También fue huésped del Brasil y en el Uruguay, donde fijó residencia, dictaba cátedras en la Escuela de Guerra de Montevideo.
El 9 de febrero de 1938 regresó al país. En mayo de ese año, fue como diplomático en Washington. Obtuvo préstamos para la actual ruta Mariscal Estigarribia.
Fue presidente de la delegación paraguaya en la Conferencia de Paz de Buenos Aires. Firmó el Tratado definitivo de Paz y Límites con Bolivia el 21 de julio de 1938.
Asumió como presidente de la República el 15 de agosto de 1939.

El 10 de julio de 1940, decretó, como presidente de la República, una nueva Constitución, en sustitución a la de 1870, que fue sometida a un plebiscito el 4 de agosto y jurada el 15 de agosto de 1940.
El presidente y su esposa fallecieron un mes después, en septiembre. Desempeñó el cargo hasta el 7 de septiembre de 1940.
El avión averiado que se empeñó en utilizar, partió a las 11.10 de la mañana. Ese mediodía, murieron: el Mariscal Presidente Estigarribia, su esposa y el aviador capitán Carmelo Peralta, en la máquina que se desplomó sobre la localidad de Loma Grande, camino a San Bernardino.
Mucho se especuló sobre el accidente aéreo y las razones por las que no quiso esperar el avión en buen estado, con el que debía hacer el viaje de fin de semana.
Fue negligente. No atendió las razones aportadas por el as de la aviación, Carmelo Peralta, sobre el mal estado del avión.
Mereció ascenso póstumo a Mariscal. Los restos del matrimonio yacen en el Panteón Nacional de los Héroes.